Hace ya dos semanas que no he conseguido escribir nada en el blog y es que los días de 24 horas no son suficientes… Hoy, aprovechando la energía que nos da asomar la cabeza por la mañana y ver un sol espléndido, he decidido retomar las buenas costumbres y hacer un nuevo post. En esta ocasión quiero tratar un tema de actualidad: la radiofrecuencia facial. Todas sabemos que esta técnica no es nueva ni mucho menos pero también sabemos que cada vez es más habitual su demanda. Como todos los lanzamientos de vanguardia el precio de inicio hizo que fuera algo exclusivo para bolsillos generosos y a medida que han ido pasando los años esos precios han ido haciéndose más y más asequibles, acercando el servicio a toda aquella persona preocupada por su imagen.

¿Qué es?

La Radiofrecuencia es uno de los procesos de rejuvenecimiento facial más avanzado que emite calor a las capas más profundas de la dermis, estimulando de la producción de colágeno, eliminando los signos del envejecimiento de la piel y devolviéndole una apariencia juvenil y fresca.

¿No es eso lo que buscamos todas?

Se lo conoce como lifting sin cirugía, no requiere de anestesia y no es invasivo. Se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo: cara, cuello, abdomen, muslos y glúteos y es compatible con todos los tipos de piel. Se puede continuar con la rutina normal después de la aplicación ya que no produce dolor, costras ni inflamación y no está contraindicado tomar sol siempre con la protección adecuada. Al terminar el tratamiento se presenta un ligero enrojecimiento o eritema que dura poco tiempo.

 

Pieles recomendadas

  • Arrugas y líneas de expresión
  • Papada, pómulos, bolsas y ojeras
  • Envejecimiento de la piel
  • Flaccidez en cara y cuello

Resultados

A corto plazo se logra una mejoría en la calidad de la piel gracias a la vasodilatación, a la mejora del metabolismo celular y mayor oxigenación del tejido. Por otro lado, a largo plazo, se obtiene un efecto de tensado gracias a la estimulación y formación de nuevo colágeno.